Espesante de alimentos Pulver
Ideal para espesar la comida y las bebidas. El espesante de Pulver se puede cocinar o preparar frío.
El Espesante es un suplemento dietario a base de almidón de maíz. Libre de gluten. El almidón de maíz modificado en un espesante instantáneo de bebidas y alimentos que mantiene la consistencia en el tiempo. Ideal para personas con trastornos de la deglución.
Presentación: pote de 300 grs.
BENEFICIOS
Espesante instantáneo que podés utilizar en bebidas o en alimentos para lograr la consistencia deseada.
Está recomendado especialmente para personas con trastornos en la deglución.
RECOMENDACIONES
En Bebidas (100 ml) disolver: 1 1/2 medidas para lograr consistencia de jarabe; 2 medidas para consistencia cremosa; 2 ½ o 3 medidas para obtener semisólidos.
En Alimentos triturados (100 gramos) disolver: 1 medida para lograr una consistencia cremosa; 1 ½ o 2 medidas para obtener semisólidos.
* las cantidades a agregar pueden variar ligeramente en base a la temperatura y capacidad de espesamiento de los alimentos. Mezcle por varios segundos hasta que la preparación esté completamente homogénea. Para espesar líquidos, añada la cantidad necesaria y revuelva por 10 a 20 segundos, espere unos minutos para obtener la consistencia deseada.
MODO DE USO
Añada la cantidad necesaria en alimentos fríos o calientes, tales como agua, bebidas, papillas, suplementos nutricionales o purés. Una vez espesado el alimento con Espesante Pulver mantiene su consistencia, pudiendo calentarse, refrigerarse o congelarse sin alterar la textura lograda.
¿Quiénes suelen usar el espesante? Más común de lo que creés
Aunque no lo parezca, los espesantes alimentarios están presentes en la vida de muchísimas personas. Desde quienes tienen que adaptar su alimentación por una condición de salud, hasta los que buscan mejorar la textura de sus comidas sin perder calidad nutricional.
A continuación, te cuento algunos casos reales donde un espesante no solo ayuda… sino que marca la diferencia.
Personas con dificultades para tragar (disfagia)
Cuando tragar se vuelve difícil, la comida puede pasar de ser un placer a un riesgo. Personas que han perdido fuerza o coordinación al tragar —por edad avanzada o enfermedades como Parkinson, ELA, ACV o Alzheimer— necesitan adaptar líquidos y comidas.
Ahí es donde entra el espesante: convierte los líquidos en algo más seguro, evitando atragantamientos o el riesgo de que el alimento “se vaya por el otro lado”. Algo tan simple puede evitar internaciones o complicaciones serias.
Adultos mayores pueden utilizar el espesante
A veces no hace falta tener un diagnóstico puntual. Con los años, tragar o masticar se vuelve un poco más lento. Si hay que tomar una sopa, un té con proteínas, o simplemente hidratarse, usar un espesante permite lograr una textura mucho más fácil de manejar y sin miedo.
Además, ayuda a mantener una rutina alimentaria completa y digna, sin depender de papillas aburridas o preparaciones insípidas.
Niños con condiciones neurológicas
En el caso de niños con parálisis cerebral, síndromes genéticos o problemas neurológicos, la alimentación puede volverse un desafío diario. Usar un espesante permite adaptar jugos, fórmulas o batidos a texturas más seguras, sin resignar el valor nutricional.
Y como hay espesantes que no alteran el sabor, es más fácil que acepten el alimento sin hacer caras raras.
Personas en recuperación post operatoria
Después de una cirugía dental, de mandíbula o cualquier intervención que afecte la boca o el cuello, hay que comer blando. Pero no por eso dejar de nutrirse.
El espesante permite mantener una dieta equilibrada mientras el cuerpo se recupera. Sirve tanto para suplementos líquidos como para adaptar caldos o infusiones.
Es una solución práctica, sin necesidad de complicarse con menús especiales.
Personas con bajo peso o desnutrición
Hay situaciones donde hay que sumar calorías y nutrientes, pero sin aumentar el volumen del plato. Por ejemplo, en adultos mayores, pacientes oncológicos o personas muy debilitadas.
Ahí, el espesante permite enriquecer preparaciones sin necesidad de hacerlas más pesadas o difíciles de tragar. Una cucharada bien usada puede marcar la diferencia en el estado nutricional de alguien.
Cocina saludable y gastronómica
No todo es clínico. Muchos cocineros, nutricionistas o simplemente personas que cuidan su alimentación también eligen usar espesantes.
¿La razón? Logran batidos más cremosos, postres más firmes, salsas sin harina, o preparaciones sin gluten, aptas para planes keto o low carb.
Lo mejor: hay versiones que no tienen gusto, no alteran el color y se disuelven fácil. Una herramienta útil, natural y sin vueltas.
